El PEL (Portfolio
Europeo de las Lenguas) cumple con las características principales que
definen un portafolio: permite recoger las evidencias y trabajos más
significativos de los aprendices de lenguas a la par que incluye
autoevaluaciones y reflexiones sobre el proceso de aprendizaje. Es decir, no se
limita a poner el acento en los resultados sino que se caracteriza por incidir
en los procesos.
Se trata de un documento formal, ya afianzado e “insitucionalizado”. Nos
facilita una estructura y unos componentes consensuados y proyectados que lo
diferencian de otros portafolios creados en el aula y cuyo diseño no sólo
depende de la materia, sino también de las características concretas de cada
grupo y de su proceso a lo largo del curso. No obstante, a pesar de ser un
instrumento ya determinado, es flexible y permite su adaptación.
En líneas generales, considero que el PEL es una buena herramienta para ayudar
al aprendiz de lenguas a ser más consciente de sus progresos, a reflexionar
sobre cómo aprende y a identificar sus necesidades. También es de gran utilidad
para el docente, pues le permite conocer mejor a los estudiantes, consensuar
las programaciones con el grupo y orientar su actividad didáctica hacia los
intereses de sus alumnos.
Me parece adecuado para cualquier nivel educativo siempre y cuando el formato
se adapte al grupo de referencia. Concretamente, en Educación de Adultos creo
que puede ser de utilidad tanto en la enseñanza-aprendizaje de segundas lenguas
como en otras enseñanzas en las que el PEL podría ser un documento inspirador
para la creación de un portafolio propio.
Dicho esto y valorando todas sus ventajas, también he experimentado las
dificultades de ponerlo en práctica. Concretamente me resulta complicado de
adaptar en grupos de personas adultas que aprenden español pero no están alfabetizadas.
En este sentido, no sólo se trata de hacer un ejercicio de creatividad y buscar
alternativas al texto escrito, es mucho más complejo, pero en ello estoy y
espero conseguirlo.
En cualquier caso, la parte del PEL más fácil de adaptar a cualquier enseñanza
de las que imparto es la del “Dossier”, pero la que valoro como más productiva
es la de la “Biografía”. Concretamente, los impresos 6 (“Aprender a
aprender”) y 9 (“Planes de futuro”) son adecuados para que los alumnos tomen
conciencia de su proceso de aprendizaje y adquieran mayor responsabilidad en
dicho proceso.
Si tuviera que añadir una parte complementaria al PEL, incluiría una parte
exclusivamente audiovisual, utilizando música, audios de voz, imágenes,
dibujos… seleccionados por el alumno que fuesen representativos y
significativos para él. Imagino la creación de esta parte utilizando medios
tecnológicos y aplicaciones web 2.0. Podría servir como presentación del
portafolio, como cierre final o bien como acompañamiento de las otras partes del
portafolio, para ilustrar su proceso de elaboración.